Aunque en nuestro sistema educativo la forma de evaluar requiera de exámenes, yo pienso, y seguiré pensando que la nota en un examen es algo muy subjetivo. Creo que no es necesario que a un alumno se le evalúen sus conocimientos por una prueba escrita. Para mí el trabajo día a día es el que cuenta y sobretodo el esfuerzo e interés del alumno por aprender.
Precisamente eso es lo que me pasaba a mí en la facultad. Cuando se me evaluaba por escrito, los nervios me traicionaban y me bloqueaba y aunque aprobaba, pero no sacaba notas excelentes, a pesar de que mi trabajo diario era evidente. Sin embargo en las asignaturas que no había examen (que eran bien pocas) y que se medían por trabajos, asistencia, comentarios... sacaba notas excelentes y precisamente ese conocimiento se me quedó más grabado que el conocimiento que estudiaba para el examen.
Pero bueno, eso requiere de un debate mucho más extenso que ahora no viene al caso.
Con respecto a la evaluación, cada profesor puede evaluar como quiera. En mi opinión, es más efectivo evaluar poco a poco, que todo de golpe. Así que es mejor que evaluemos tema por tema o cada dos temas, para que nuestros alumnos no se agobien, y sobretodo potenciamos la regularidad y que los conocimientos no se pierdan por el camino ya que ellos se obligan a estudiar para el examen y el estudio es regular. Eso hace que se les graben antes los conocimientos. Además nosotros como profesores tenemos más notas objetivas de cada alumno y podemos tener una visión más objetiva y concreta de cada alumno.
Por eso qué importante es que sigamos un registro cuidadoso y metódico de cada alumno que tengamos. Eso hará que seamos justos y los valoremos como tal. Creo que es muy importante porque demuestra interés sincero en ellos. Si les pedimos que trabajen y que hagan los ejercicios etc... ¡cómo no vamos a hacerlo nosotros que somos los profesores!
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